Estuve una semana en la casa de mis padres, en donde me prepararon una cama, me sentí como cuando era niña y nuestra casa no tenía otro cuarto y dormía con ellos. Era mi cama de soltera, mis sábanas y el cobertor. Alli permanecí una semana, bajo los cuidados y comiendo comidita de casa, en las tardes mis hijos se ponían la bata y la mascarilla y me visitaban.
Yo pasándola feo, sin fuerzas, mareada, viendo luces, sintiendo cosas en el estómago. Luego de una semana me fui a mi departamento.
La segunda noche en el departamento estaba durmiendo profundamente y te sentí, viniste a mí sentí un empujón y algo en mi corazón me dijo es Jesús vino para decirte que está contigo que no estas sola, sentí una paz, pude ver su luz, se vino a mi mente la canción "aunque mis ojos no te pueden ver, te puedo sentir, estás ahí" y me quedé dormida
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