viernes, 10 de enero de 2014

Compañeras de fin de año

Ni bien llegué a la habitación sentada en la cama junto a la mía una viejita, muy viejita. Tenía unos enormes ojos, estaba delgadísima, solo en huesos, sentadita, casi inmóvil. Había tenido 8 hijos y uno muerto. Procedente del Ponce Enríquez, nunca supe en dónde tenía tumores, porque difícilmente entendía lo que decía. Al medio día le vino a visitar el menor de los hijos. Fue una de las escenas mas hermosas que he visto. Como se sentó en la cama y abrazaba a su mamita. Se apegaba al oído para escucharla. Le ayudó a orinar y le limpió. Cuando se fué me dijo mis hijos son buenos. Yo le dije, es que usted les crió así. Tenía toda la barriguita cosida, seguro le operaron más de una vez. Al estar solo acostada se hinchaba, creo que eran gases. Por eso ella procuraba pasar la mayor parte del tiempo sentada. Como tenía problemas con los riñones no estaba recibiendo quimio, solamente esperaban que los niveles suban o se regularicen para aplicarle el tratamiento. Se alimentaba muy bien eso sí. Con un gorrito negro de lana cubría su cabeza casi desnuda y su bata celeste le cubría el cuerpo.Se iba a quedar muchos días más. Lo único que siento, es no haberle dicho del albergue, bueno otra vez será. En la otra cama estaba una señora que contaba que su marido había ido a estados unidos hace pocos años, y que no el reclama nada porque le manda ropa y un poco de dinero.Con eso ella vendía y vivía. Vive con su hija viuda y sus nietos. Esa tarde le vino a visitar la hija que vive en Quito y que iba a pasar hasta el 31 en Cuenca. Me contó que tenía cáncer al ovario, le operaron, luego había ido a los pulmones y le operaron y ahora estaba en el estómago el cáncer. Esta era su segunda quimio y tenía bastante cabello con canas. Me contó de un jovencito que estaba recibiendo el alta cuando yo ingresaba, con cáncer de testículo, ya le habían sacado el uno y ahora estaba recibiendo quimios, padre de los hijos, le acompañaba su esposa. Quien la pasaba muy mal con las quimios. Al frente estaba una amiga del campo, no recuerdo el lugar, ella en cambio estaba gordita, y no tenía casi ningun estrago. Comentaba que en su casa recogía hierba para los cuyes, come de todo. Este es un segundo grupo de quimios la tercera, pero la primera vez si le había caído el cabello. Tenía una abundante cabellera recogida en trenzas llenas de canas. Le trajo su hija, viven las dos. Nos contaba que había comido chancho y cuy, no me hizo daño por suerte dijo. Todos los residentes y la Doctora vivieron a despedirse y desearnos feliz año.

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