viernes, 7 de febrero de 2014

Rosita

Hola, hola, les voy a contar la historia de Rosita, empleada doméstica. Vivía tranquila hasta que consiguió novio, este señor es divorciado, un día le pidió que se mude con él. Se mudó y de eso ya son siete años. Le detectaron cáncer de cuello uterino, por los sangrados abundantes, además no se había quedado embarazada. Era su primera quimio. Tres días seguidos. Para ser la primera vez le fue muy mal, demasiado vómito. Yo le compartí un limón, llámenlo aromaterapia o qué pero se le pasó el vómito. Conversamos mucho. Me contó que tiene una casa con todo, su esposo es guardia en un edificio. Esta navidad luego del diagnóstico como nunca gastaron unos ochocientos dólares para compartir la navidad con la familia, estuvo la suegra y los sobrinos, ella hizo la comida y compró juguetes para los niños. Aunque no comió nada, no le daba hambre, los hijastros que vinieron de EEUU le preguntaban que por qué no come? y ella no les quería contestar. Su esposo es un hombre bueno. Entre los dos trabajan. Ella llega del trabajo en la tarde y hace la merienda. Come con su esposo. Me contó que le gusta mucho hacer ensaladas en especial la que se prepara con cebolla colorada finamente picada, rábano y tomate riñón picados, limón y sal.

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